La imagen refleja un espacio diseñado para promover la serenidad y el descanso a través de elementos respaldados por la neurociencia y la psicología ambiental. Los tonos neutros y cálidos reducen la estimulación visual, mientras que las texturas suaves, como la manta y los cojines, fomentan una sensación de seguridad y confort. La presencia de materiales naturales, como la madera y el lino, contribuye a reducir el estrés, según diversos estudios. Además, la disposición de libros sugiere un ambiente propicio para la relajación mental. Un hogar que transmite calma no es solo una cuestión estética, sino una estrategia basada en la ciencia para mejorar el bienestar emocional.