Hogar como refugio emocional
22 de septiembre, 2025

El hogar como refugio: Cómo crear un espacio que te acompañe y te sostenga.

¿Sabías que muchas parejas regresan de vacaciones y descubren que ya no quieren seguir juntas? Algo similar ocurrió durante la pandemia, pero a gran escala. De repente, millones de personas tuvieron que pasar semanas enteras encerradas en casa, sin poder “escapar” a la oficina, al gimnasio o a la cafetería de siempre. Y entonces ocurrió algo inesperado: se enfrentaron cara a cara con su propio hogar, con su propia cara ya que el hogar es un reflejo de quienes somos.

“La casa es el centro de la vida, el lugar de la seguridad, de la tranquilidad y de la paz.”

Otto Friedrich Bollnow

Para algunos fue un reencuentro lleno de calma, casi como si su casa los abrazara. Para otros, fue un golpe de realidad: su espacio no era ese refugio que creían, sino un lugar que aumentaba el estrés, la incomodidad o la sensación de estar atrapados. Lo que siempre había estado ahí se volvió evidente: el hogar podía convertirse en el mayor aliado de nuestro bienestar… o en nuestro peor enemigo. Puedo dar fe, que estuve entre los del segundo grupo. Mi hogar, en ese momento, me cuidaba del contagio exterior pero no me cuidaba del desgaste interior. ¿Y que encontré? Te lo explico en el siguiente artículo.

Índice

  1. De la casa al concepto de refugio.
  2. ¿Qué es el bienestar en casa?
  3. El hogar como refugio.
  4. Teletrabajar en casa: lo que dice la ciencia.
  5. Vínculo entre hogar y bienestar.
  6. Cómo crear un hogar que sea un verdadero refugio.
  7. Conclusión

1- De la casa al concepto de refugio.

Desde hace muchos años el concepto de casa no solo se limito a comprenderse únicamente como un espacio físico, ya que desde la perspectiva de varios pensadores la casa es un centro existencial, un refugio emocional ya que nos protege no solo del clima, sino también de la ansiedad, el miedo y el caos externo (Bollnow).

 

Durante la pandemia, comprendí que el piso en donde vivía lo único que me brindaba era protección del sol en las horas más altas del día y de la escasa lluvia de aquella primavera en cuarentena. Eso puede parecer suficiente para algunas personas, pero te aseguro que la depresión que me generó vivir en un lugar que no me transmitía sensaciones agradables me dejó muchas enseñanzas. Gracias a ese momento crucial que vivimos todos, disciplinas como la neuroarquitectura comenzaron a despertar un mayor interés entre los profesionales que hoy estudiamos y comprendemos cómo los entornos físicos que habitamos influyen constantemente en nuestras emociones y comportamientos, incluso de manera inconsciente.

 

Es por eso, que la casa en donde vivimos no es solo un conjunto de paredes y techos. Es el lugar donde se tejen varios de nuestros recuerdos más preciados, donde la historia personal se materializa en objetos, rutinas y sensaciones. A lo largo de la historia, el ser humano ha buscado un refugio para protegerse del frío, de la lluvia, de los peligros del exterior… pero el hogar es mucho más que eso.

 

Hoy entendemos más que nunca que la casa o el hogar es un espacio de significado, no solo de supervivencia. Es un refugio físico pero también emocional, un lugar que nos transmite seguridad pero también nos debe transmitir calma. No se trata solo de tener cerraduras que nos protejan de la maldad ajena, sino de sentirnos en paz con nosotros mismos cuando cruzamos la puerta.

 

El hogar nos permite descansar del estrés exterior, recargarnos física y emocionalmente y sentir que pertenecemos a un lugar. Cuando cuidamos conscientemente de él —limpiándolo, organizándolo, decorándolo a nuestro gusto— estamos también cuidando de nosotros mismos. Esta relación simbiótica es clave para entender por qué un hogar puede convertirse en un verdadero refugio, especialmente cuando aplicamos estrategias de diseño pensadas en el bienestar de las personas.

2. ¿Qué es el bienestar en casa?

El estado de armonía que se genera cuando un espacio está diseñado y cuidado de tal manera que promueve el descanso, la conexión con uno mismo, la salud física y la calma emocional.

Cuando hablamos de bienestar solemos pensar en salud física, ejercicio, alimentación o meditación, pero el concepto es mucho más amplio. Bienestar es un estado de equilibrio integral en el que cuerpo, mente y emociones se encuentran alineados. La Organización Mundial de la Salud lo relaciona con la salud física, mental y social, y hoy sabemos que también incluye la dimensión espiritual, la sensación de propósito y la calidad de nuestras relaciones.

 

Durante las últimas décadas, sin embargo, el ritmo acelerado de la vida moderna nos ha empujado a priorizar el tiempo sobre el espacio. Llenamos nuestras agendas de actividades, pasamos más horas fuera que dentro de casa y convertimos el hogar en un simple lugar de paso. La prisa ha desplazado a la calma, lo nuevo ha eclipsado a lo estable y, muchas veces, el espacio donde vivimos ha quedado relegado a un segundo plano.

 

Aquí es donde entra en juego el bienestar en casa: no se trata solo de tener un espacio ordenado o decorado con buen gusto, sino de crear un lugar que nos sostenga física, mental y emocionalmente. Es detenernos, habitar de forma consciente y permitir que el entorno en el que vivimos sea un recurso que nos recargue, nos inspire y nos dé seguridad.

Podría definir el bienestar de un hogar como:

El estado de armonía que se genera cuando un espacio está diseñado y cuidado de tal manera que promueve el descanso, la conexión con uno mismo, la salud física y la calma emocional.

Un espacio de bienestar no solo cumple su función práctica (protegernos del clima o darnos un lugar para dormir), sino que nos ayuda a sentirnos plenos:

 

  • Reduce el estrés mediante orden, colores calmantes y buena iluminación.
  • Favorece la salud con buena ventilación, temperatura adecuada y materiales que no nos dañen nuestro sistema respiratorio.
  • Estimula los sentidos de forma positiva: aromas, texturas, sonidos y luz que nos invitan a disfrutar.
  • Refuerza nuestra identidad porque refleja quiénes somos y lo que valoramos.
  • Nos conecta con los demás al ser un espacio que acoge, que invita y que genera encuentros significativos.

 

Un espacio de bienestar es un lugar que te cuida mientras tú lo cuidas, una extensión de ti mismo que favorece tu crecimiento y tu equilibrio

3. El hogar como refugio emocional.

Convertir tu hogar en un refugio emocional, va más allá de lo meramente visual, se trata de crear espacios que reflejen quién eres y te ayuden a sentirte bien.

Un hogar ordenado, con luz natural y una atmósfera que invite a la calma es, en sí mismo, una forma de autocuidado. No se trata de tener la casa perfecta, aquella que miras en redes sociales y te encantaría que fuera tuya, convertir tu hogar en un refugio emocional, va más alla de lo meramente visual,  se trata de crear espacios que reflejen quién eres y te ayuden a sentirte bien, a regularte emocionalmente después de un largo día de estrés laboral, a frenar el ritmo acelerado de un sistema global que te pide constantemente estar en las últimas novedades.

 

Puedes convertir tu hogar en un refugio con pequeños cambios que generen grandes impactos en tu día a día, como por ejemplo:

 

  • reorganizar el salón para que la luz fluya mejor
  • elegir colores que te transmitan calma y descanso mental
  • reducir el ruido visual eliminando objetos que ya no te aportan nada.

 

Todo esto ayuda a que tu casa sea un lugar donde realmente quieras estar, un espacio que te abrace al final de un día difícil. En mi caso, en el salón de mi nuevo piso (no el que viví durante el horror de la cuarentena) he colocado unas cuantas plantas. Puedo confesar que hace dos años no era tan amante de las plantas, pero al comprender los beneficios que tienen sobre la salud, tal como lo explica la ciencia, no dudé en ir incorporando poco a poco algunas de fácil mantenimiento. La cuestión es que, a días de hoy, mi esposo dice que vivimos en un bosque, pero que nos encanta pasar tiempo cerca de ellas, ya sea leyendo o viendo nuestra serie favorita.

 

Por eso quiero que comprendas que hacer cambios en tu hogar para comenzar a sentirte mejor o mantener tu bienestar a veces no equivale a gastar mucho. Puedo entender que todo lo que sea sostenible (materiales, objetos, tecnologías) puede percibirse como caro, pero existen estrategias que se pueden implementar sin que supongan un gasto significativo, y te lo explicaré más adelante.

Si quieres profundizar sobre el bienestar emocional en casa CLICK AQUÍ.

4. Teletrabajar en casa: lo que dice la ciencia.

Incluso pequeños cambios, como organizar tu escritorio con colores que te transmitan tranquilidad o energía según tus necesidades, tienen un impacto positivo en tu rendimiento.

La ciencia ha demostrado que el entorno físico influye directamente en nuestra productividad, creatividad y bienestar mental. Un espacio desordenado, con iluminación deficiente o con distracciones constantes puede aumentar el estrés, disminuir la concentración y afectar nuestro estado de ánimo. Por el contrario, un entorno organizado y pensado para trabajar puede potenciar nuestro rendimiento y hacernos sentir más equilibrados.

 

Si teletrabajas , es fundamental dedicar un rincón de tu casa exclusivamente para ello. No necesitas una oficina completa; basta con colocar una mesa junto a una ventana (de ser posible) o donde la luz natural llegue directamente a ese espacio.

 

Checklist para Diseñar tu Rincón de Teletrabajo Según la Ciencia

 

1. Elige el lugar adecuado

  • Busca un rincón tranquilo, alejado del paso constante de personas.
  • Prioriza un espacio cerca de una ventana para aprovechar la luz natural.

2. Iluminación saludable

  • Coloca la mesa de manera que la luz natural llegue de lado (no de frente ni detrás de la pantalla).
  • Si no tienes luz natural suficiente, usa lámparas de luz cálida regulable para evitar fatiga visual.

3. Ergonomía primero

  • Invierte en una silla ergonómica o añade un cojín lumbar si la tuya no lo es.
  • Ajusta la altura de la pantalla para que quede a la altura de los ojos.
  • Apoya bien los pies en el suelo o en un reposapiés improvisado.

4. Orden y organización

  • Mantén el escritorio despejado: usa cajas, bandejas o pequeños organizadores.
  • Guarda cables y accesorios en un solo lugar para reducir el ruido visual.

5. Verde que te quiero verde

  • Agrega al menos una planta: pueden ser de fácil cuidado como potos, sansevierias o suculentas.
  • Si tienes espacio, coloca varias y crea un pequeño “oasis” que te inspire.

6. Estímulos positivos

  • Coloca algo que te motive: una lámina, una foto o un objeto que te recuerde por qué haces lo que haces.
  • Añade una textura agradable: una manta ligera, un posavasos de corcho, un mousepad suave.
  • Usa aromas que mejoren la concentración, como cítricos (para energía) o lavanda (para calma).

7. Control del sonido

  • Si el ruido es un problema, usa auriculares con cancelación de ruido o reproduce sonidos de naturaleza de fondo.
  • Coloca alfombras o cortinas que absorban el eco y creen una atmósfera más acogedora.

8. Micro-pausas y movimiento

  • Programa recordatorios para levantarte cada hora, estirarte o hidratarte.
  • Ten a mano una botella de agua y snacks saludables para evitar interrupciones.

 

Incluso pequeños cambios, como organizar tu escritorio con colores que te transmitan tranquilidad o energía según tus necesidades, tienen un impacto positivo en tu rendimiento.

Te dejo algunas ideas según la psicología del color

 

  • Para tareas que requieren concentración: Azul y Blanco.
  • Para tareas que requieren creatividad y energía: Amarillo y Naranja
  • Para tareas que requieren relajación y equilibrio: Verde

 

Con estos ajustes, tu espacio de teletrabajo deja de ser solo un lugar donde cumples tareas: se transforma en un entorno que cuida tu bienestar, potencia tu productividad y convierte la experiencia de trabajar desde casa en algo más saludable y gratificante.

5-Vínculo entre hogar y bienestar.

El vínculo entre hogar y bienestar se fortalece cuando cada decisión de diseño tiene en cuenta cómo queremos sentirnos.

Nuestro hogar no es solo un lugar físico; es un reflejo de nuestro mundo interior y un espacio donde nuestras emociones y pensamientos encuentran un marco de expresión. La manera en que organizamos, decoramos y vivimos en nuestra casa influye directamente en cómo nos sentimos y en nuestra capacidad para gestionar el estrés, concentrarnos y disfrutar de los momentos cotidianos.

 

Un entorno desordenado, cargado o caótico puede generar sensaciones de dispersión, ansiedad o agotamiento mental. Esto se debe a que nuestro cerebro interpreta el exceso de estímulos visuales y físicos como información pendiente de procesar, lo que mantiene la mente en alerta constante. Por el contrario, un hogar armonioso, con espacios bien distribuidos, luz adecuada y elementos que nos transmitan calma, facilita la relajación y favorece la claridad mental.

 

Cuidar de la casa, entonces, se convierte en un acto de autocuidado. Esto no implica buscar la perfección ni mantener todo impecable, sino crear un entorno que acompañe nuestras emociones y se adapte a nuestras rutinas. Por ejemplo:

 

  • Dormitorio: Elegir colores suaves, textiles cómodos y mantener una cama ordenada puede mejorar la calidad del sueño y favorecer la sensación de descanso.
  • Cocina: Una organización clara y práctica facilita la preparación de alimentos y promueve hábitos más saludables, reduciendo estrés en la rutina diaria.
  • Zona de trabajo: Incluso un rincón pequeño, con buena iluminación y sin distracciones visuales, puede potenciar la concentración y la productividad.
  • Espacios comunes: Incorporar elementos naturales como plantas, madera o luz natural ayuda a conectar con la calma y el equilibrio emocional.

 

El vínculo entre hogar y bienestar se fortalece cuando cada decisión de diseño tiene en cuenta cómo queremos sentirnos. Se trata de espacios que nos contengan, nos inspiren y nos permitan vivir de manera más consciente y plena.

Si quieres conocer 7 claves para que el diseño de tu hogar impacte positivamente en tu bienestar haz CLICK AQUÍ.

6- Cómo crear un hogar que sea un verdadero refugio.

Crear un hogar refugio es un proceso de conexión contigo mismo y con tu espacio.

Transformar tu hogar en un refugio no requiere grandes reformas ni inversiones. Se trata de observar tu espacio con atención, identificar lo que te genera calma y bienestar, y hacer ajustes conscientes que reflejen tu forma de vivir y sentir. Cada cambio, por pequeño que parezca, fortalece el vínculo entre tú y tu entorno, haciendo que tu casa se convierta en un lugar donde realmente puedas recargar energías y sentirte en paz. Aquí te comparto algunos pasos clave:

1.Orden y organización:
El desorden físico genera desorden mental. Empieza por eliminar aquello que ya no usas o que no aporta valor a tu día a día. Organiza lo esencial de manera clara y accesible. Por ejemplo, en la cocina, tener los utensilios más usados a mano facilita la rutina; en el dormitorio, mantener superficies despejadas promueve tranquilidad. No se trata de aspirar a la perfección, sino a crear espacios funcionales que liberen tu mente.

2.Confort lumínico:
La luz influye directamente en nuestro estado de ánimo y ritmo circadiano. Aprovecha la luz natural durante el día, ubicando tu mesa de trabajo o rincón de lectura cerca de ventanas. Por la noche, opta por iluminación cálida y difusa que favorezca la relajación. Incluso pequeñas lámparas de sobremesa o tiras de luz indirecta pueden marcar la diferencia en la atmósfera de tu hogar.

3. Elementos naturales:
Incorporar materiales y texturas de la naturaleza ayuda a reconectar con nuestro instinto biológico y promueve sensación de calma. Plantas, madera, piedra o fibras naturales no solo decoran, sino que también aportan frescura, calidez y un vínculo emocional con lo vivo. Puedes empezar con una planta en el salón o con textiles de algodón y lino en el dormitorio para sentir esa conexión de manera sencilla.

4.Espacios de bienestar:
Reserva un rincón de tu hogar para actividades que nutran tu cuerpo y mente: meditar, leer, estirarte o simplemente sentarte a contemplar. No necesita ser grande; una silla cómoda, una alfombra suave y algunos elementos que te inspiren son suficientes. Lo importante es que sea un espacio donde puedas detenerte y reconectar contigo mismo.

5.Atmósfera acogedora:
Los pequeños detalles sensoriales transforman la experiencia de estar en casa. Aromas suaves como lavanda o cítricos, música tranquila, textiles cálidos y cojines confortables, velas o iluminación ambiental crean un ambiente que estimula los sentidos y favorece la relajación. Cada gesto consciente contribuye a que tu hogar sea percibido como un refugio.

Crear un hogar refugio es un proceso de conexión contigo mismo y con tu espacio. No se trata de imitar tendencias ni de tener la casa perfecta, sino de generar un entorno que te acompañe y que apoye tu bienestar en cada momento del día.

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8- Conclusión

Tu hogar no es solo el lugar donde vives; es el escenario donde se construyen tus recuerdos, se desarrollan tus emociones y se entrelazan tus rutinas diarias. Transformarlo en un refugio es mucho más que un cambio estético: es un acto de amor propio, un compromiso con tu bienestar físico, emocional y mental. Cada pequeño ajuste que haces, cada objeto que eliges conscientemente, cada espacio que organizas pensando en tu comodidad, contribuye a crear un entorno que te abraza y te nutre.

 

Cuando el espacio que habitas te acompaña, te sostiene y te inspira, tu vida cotidiana cambia de manera sutil pero profunda. La claridad, la calma y la motivación se sienten con más intensidad; los momentos de descanso se viven con mayor profundidad; y las actividades cotidianas, incluso las más simples, se vuelven más placenteras. Tu casa se convierte en un aliado silencioso que potencia tu bienestar, apoyando no solo lo que haces, sino cómo te sientes mientras lo haces.

 

Por eso, cuidar tu hogar es también cuidarte a ti. No se trata de buscar la perfección ni de seguir tendencias, sino de crear espacios que reflejen quién eres y cómo quieres sentirte. Cuando el hogar y tu bienestar van de la mano, cada rincón se transforma en un refugio, cada día se siente más armonioso y cada experiencia dentro de tu casa se convierte en un acto de cuidado personal.

 

Si este artículo te inspiró a mirar tu casa de otra manera, te invito a explorar más en mi blog. Encontrarás consejos prácticos para diseñar un hogar que potencie tu bienestar y refleje tu esencia. Y si estás lista para dar el siguiente paso, podemos trabajar juntas para transformar tu espacio en un verdadero refugio. Contáctame y empecemos a diseñar tu bienestar desde casa.